La lluvia se intensificó, en el techo y en la calle se levantó una capa de neblina blanca, como un delicado velo. El viento, que en el calor no sabía a dónde esconderse, ahora soplaba con ráfagas. El "velo" se deslizaba suavemente, las gotas de lluvia caían en el agua acumulada en la calle, levantando salpicaduras. Observaba todo esto y me parecía bastante interesante.
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