Los últimos datos muestran que el mercado laboral de EE. UU. enfrenta nuevos desafíos. En la semana que terminó el 16 de agosto, el número de solicitudes iniciales de subsidio por desempleo se disparó a 235,000, superando no solo la expectativa del mercado de 225,000, sino también alcanzando el mayor aumento semanal en casi tres meses.
El repentino aumento de estos datos es como verter un cubo de agua fría sobre el candente mercado laboral. No solo refleja que el despido de empleados por parte de las empresas podría estar aumentando, sino que también sugiere que la resiliencia del mercado laboral podría estar disminuyendo. Cabe destacar que el número de personas que reciben beneficios por desempleo también ha aumentado, alcanzando las 17,16 mil, lo que indica que la reempleabilidad tras el desempleo se está volviendo más difícil.
Desde una perspectiva de tendencias a más largo plazo, el promedio móvil de cuatro semanas de solicitudes iniciales de desempleo ha aumentado a 226,250, alcanzando un nuevo máximo en un mes. Este "indicador suavizado" confirma aún más la tendencia de un aumento lento en las solicitudes de desempleo.
Sin embargo, la situación laboral en los diferentes estados de EE. UU. muestra un estado de desequilibrio. En los datos no ajustados estacionalmente, el número de solicitudes iniciales de subsidio por desempleo en California y Michigan muestra una tendencia a la baja, lo que indica una relativa estabilidad en el mercado laboral de estas regiones. En contraste, los datos de Kentucky y Massachusetts están en aumento, mostrando una situación de "donde no brilla el este, brilla el oeste".
Estos datos son coherentes con la tasa de desempleo publicada anteriormente, que aumentó del 3.5% en julio al 3.8% en agosto, lo que confirma aún más el hecho de que el mercado laboral está enfriándose. Los economistas también han comenzado a prestar atención a esta tendencia, considerando que la tensión en el mercado laboral está disminuyendo gradualmente.
A pesar de esto, debemos interpretar con cautela los datos semanales y seguir prestando atención a las variaciones de datos en las próximas semanas, para comprender de manera más completa la verdadera dirección del mercado laboral en Estados Unidos. Estos cambios no solo afectan las perspectivas laborales individuales, sino que también tendrán un impacto importante en el proceso de recuperación económica en general.
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Los últimos datos muestran que el mercado laboral de EE. UU. enfrenta nuevos desafíos. En la semana que terminó el 16 de agosto, el número de solicitudes iniciales de subsidio por desempleo se disparó a 235,000, superando no solo la expectativa del mercado de 225,000, sino también alcanzando el mayor aumento semanal en casi tres meses.
El repentino aumento de estos datos es como verter un cubo de agua fría sobre el candente mercado laboral. No solo refleja que el despido de empleados por parte de las empresas podría estar aumentando, sino que también sugiere que la resiliencia del mercado laboral podría estar disminuyendo. Cabe destacar que el número de personas que reciben beneficios por desempleo también ha aumentado, alcanzando las 17,16 mil, lo que indica que la reempleabilidad tras el desempleo se está volviendo más difícil.
Desde una perspectiva de tendencias a más largo plazo, el promedio móvil de cuatro semanas de solicitudes iniciales de desempleo ha aumentado a 226,250, alcanzando un nuevo máximo en un mes. Este "indicador suavizado" confirma aún más la tendencia de un aumento lento en las solicitudes de desempleo.
Sin embargo, la situación laboral en los diferentes estados de EE. UU. muestra un estado de desequilibrio. En los datos no ajustados estacionalmente, el número de solicitudes iniciales de subsidio por desempleo en California y Michigan muestra una tendencia a la baja, lo que indica una relativa estabilidad en el mercado laboral de estas regiones. En contraste, los datos de Kentucky y Massachusetts están en aumento, mostrando una situación de "donde no brilla el este, brilla el oeste".
Estos datos son coherentes con la tasa de desempleo publicada anteriormente, que aumentó del 3.5% en julio al 3.8% en agosto, lo que confirma aún más el hecho de que el mercado laboral está enfriándose. Los economistas también han comenzado a prestar atención a esta tendencia, considerando que la tensión en el mercado laboral está disminuyendo gradualmente.
A pesar de esto, debemos interpretar con cautela los datos semanales y seguir prestando atención a las variaciones de datos en las próximas semanas, para comprender de manera más completa la verdadera dirección del mercado laboral en Estados Unidos. Estos cambios no solo afectan las perspectivas laborales individuales, sino que también tendrán un impacto importante en el proceso de recuperación económica en general.